Con raíces en Suiza y Perú, el estudio busca combinar experiencia técnica con una mirada joven, flexible y creativa hacia el diseño arquitectónico.

El proyecto de identidad visual se desarrolló con una lógica basada en precisión, geometría y sobriedad. La marca debía transmitir la solidez de más de tres décadas de trayectoria, sin dejar de proyectar innovación. Se trabajó una paleta acromática y un sistema gráfico modular basado en retículas, que otorgan orden y flexibilidad al lenguaje visual.

El resultado es una identidad elegante, funcional y adaptable a diferentes superficies, desde papelería institucional hasta soportes digitales y animados. Una marca que respira arquitectura desde la forma hasta el fondo.